Tras recibir el Jazak de Oro, Sammy Wainberg no se olvidó de nadie y menos
de los que lo acompañan siempre: “Le agradezco a mi familia por bancarse mi
pasión por el fútbol”. También le tiró un centro a sus compañeros de equipo del
Master de Csis: “Quiero compartirlo con la gente con la que juego hace más de
10 años”. Y para cerrar concluyó con un cálido “gracias”.
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