Victoria Ruzal, referente del hockey de Hebraica,
asume la responsabilidad de conseguir el ascenso y aclaró: “Sabemos que no va a
ser fácil”. En relación a las Macabeadas de Israel que se vienen agregó: “Mi
primer expectativa es viajar”.
¿Qué análisis hacés del año vivido con Hebraica?
Fue un año de adaptación
y mucho crecimiento. Nos afianzamos mucho como club y entre todas las categorías
se creo un vínculo muy lindo. En lo deportivo creo que crecimos y aprendimos
mucho. A pesar de ser nuestro primer año en sintético estuvimos a la altura de
las circunstancias y por distintos motivos no se pudo dar el ascenso que
buscamos.
¿Crees que el 2012 fue de adaptación y este es el
año del despegue, tanto en Primera como en todas las categorías?
Yo creo que
si. En el 2012 se hizo un trabajo muy importante con las menores, más que nada
a largo plazo, y lo se porque lo vivo desde adentro como entrenadora. En
mayores sabemos que no va a ser fácil pero aceptamos el desafío y estamos
haciendo todo lo posible por despegar de la categoría.
¿Cómo vivís tu doble función de entrenadora y
jugadora?
Lo vivo con
mucha pasión. El amor que tengo por el deporte me llevó a querer transmitírselo
a otros, y en este caso el sentimiento es doble, por el hockey y por la
camiseta de Hebraica. Lo disfruto y me encanta.
¿Cómo es tu relación con tus dirigidas? ¿Sos dura o
flexible con ellas?
Para mi lo
primordial es tener buen trato con todas para que ellas confíen en mi que creo
es lo más importante. Siempre estuve con las más chiquitas y se que a esas
edades la idea es que la pasen bien y disfruten del deporte, pero pongo limites
cuando hay que ponerlos. Hay que educarlas para que sepan cuales son los
momentos para la diversión y cuales para trabajar, pero siempre con buen clima.
¿Le podes inculcar a las más pequeñas el sentimiento
que tenés vos por Hebraica, al ser jugadora del club desde hace varios años?
¡Es lo que intento!
Que se identifiquen con la camiseta y que aprendan a defender estos colores a
muerte como lo hacemos las mayores. Antes, cuando no había un equipo de
mayores, nosotras no teníamos a quien admirar, a quien seguir. Hoy que hay un
grupo afianzado, ellas ven como entrenamos, como somos como grupo y cada vez
son más las que nos vienen a ver a los partidos. Eso las motiva para mejorar y
querer estar en algún momento en nuestro lugar, en la Primera del club.
¿Tuviste algun caso de idolatría de alguna chica?
Y tengo mi
club de fans por ahí, jaja. En particular no se, siempre se escuchan cantitos y
gritos en la cancha, más que nada a las que somos profes porque nos conocen y
cuando termina el partido algunas se acercan. Pero debo admitir que las ídolas
de la hinchada son Noelia (Gómez) y Larissa (Barreto).
¿Cuáles son tus expectativas con la Selección de hockey y el
hecho de pasar de fútbol femenino a esta disciplina?
La primera
expectativa es viajar, ya que la lista definitiva no está todavía. Lo mío es el
hockey, y el año pasado participé en fútbol porque es algo que me encanta y se
dio la posibilidad de hacerlo sin interferir con mi trabajo en el club. Este
año se me dificultaba y además, en Israel, tenía que ser con el deporte que amo
así que cuando tuve que elegir me quedé con hockey. Yo viajé en el 2009 y fue
una experiencia única. Espero desde lo grupal volver a repetirlo y desde lo
deportivo mejorar la actuación e ir por el oro. Creo que esta Selección es más
madura y con más experiencia que fue lo que nos faltó en el 2009.
¿Qué jugadoras te sorprendieron en estas
preselecciones?
Aunque ya las conocía
de la Selección
del 2009, no me dejan de sorprender Melu Cataife, Maia Miculitzky y obviamente
Roby Werthein que cuando viajamos tenia 14 años y ya era una gran jugadora.
¿Qué opinión tenes de la entrenadora, Andrea Rubin?
¿Tiene buen dialogo con ustedes?
Desde el
primer momento me di cuenta que es una entrenadora que sabe de lo que habla y
me pareció muy coherente. En los encuentros tuvo muy buen dialogo con todas y
me pareció muy abierta.
¿Te gustaría agregar algo más?
Agradecer a
Stampa por el aguante y desearles a todos un muy buen comienzo de año.
Por Jonathan
Steingard.
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