La misma escenografía pero distintos actores. Zumerland, acostumbrado en la
mente a verse lleno de chicos en enero, se tiñó de fútbol a fines de febrero. Con
aires de futbolistas profesionales, desembarcaron el jueves 28 en “la casita”
vestidos por completo con los colores del tricolor.
Como estaba previsto en el programa, los jugadores merendaron en el Comedor
Nuevo, con la misma acústica de un mes atrás pero con voces que sonaban más
graves. El plantel de Primera de fútbol del Sholem BA ya estaba casi completo y
de pretemporada.
El primer desafío venía con el nombre de Las Palometas, un club que milita
en la Liga Mercedina
y lucha por un lugar en el Torneo Argentino C. Sorprendente victoria 5 a 0 en un partido a tres
tiempos.
Para seguir con la mini pretemporada, los jugadores se fueron a concentrar
y a estrenar las ocho habitaciones con cuatro camas cada una que tiene el club
de Almafuerte que demuestra que sigue creciendo.
El turno de la mañana arrancó siendo para aflojar las piernas y donde
terminaron abundando las pasadas y el trabajo con pelota. Las caras cansadas y
cuerpos transpirados iban todos a la pileta fría. Se hizo un trabajo parecido
al que hacen los profesionales después de jugar, y Osvaldo, el preparador
físico, explicó que servía para mejorar la circulación y los vasos sanguíneos.
Al otro día, el equipo disputó otro encuentro, esta vez contra el Vélez de
Mércedes. El resultado terminó siendo victoria por 1-0 con un gol de córner,
aprovechando los buenos movimientos de pelota parada. Para cerrar la jornada,
el plantel disfrutó de un buen asado con vino.
Para darle un broche especial a la pretemporada de tres días que hizo el
grupo, se llevó a cabo un torneo de fútbol tenis en donde fue exclusivamente
recreativo. Sholem Buenos Aires entrenó en gran forma y fortaleció el grupo para un duro
año en la Primera
A.
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