Hebraica salió campeón del +28 A y Diego Beja aseguró en Stampa que el
grupo siempre tuvo la ilusión de quedarse con el título. Además, analizó el partido
que los consagró y puso los objetivos de cara a lo que se viene: “Tenemos que
revalidar todo lo que venimos haciendo”.
¿Cuáles son tus sensaciones tras consagrarse como campeones del +28 A?
Muchas. La verdad que todos
sueñan con salir campeones cuando empieza un torneo. Nosotros nos fuimos
poniendo objetivos intermedios y por suerte pudimos lograrlo. Durante todo el
torneo fuimos más de 20 tipos entrenando y tirando para el mismo lado.
¿Crees que el hecho de ser tantos jugadores ayudó mucho a campeonar? Más
que nada el recambio...
Creo que fue un factor muy
importante. Sobre todo por el nivel parejo que tuvimos todos. Al que le tocaba
entrar lo hacía tan bien como el que salía. Fue un gran mérito del DT poder sostener
a un grupo tan grande donde todos nos sintiéramos importantes. Lo más
importante igual fue que se formó un grupo impresionante.
¿En qué momento creíste que podían ser campeones?
Después de la derrota con Kadima
por la Copa, el jueves siguiente éramos 24 entrenando con ganas de revancha.
Sabíamos que teníamos tres finales muy difíciles pero siempre confiamos en
nosotros.
¿Cómo analizas la victoria por 2 a 1 sobre Hacoaj Azul que los coronó
en lo más alto?
Fue un partido muy intenso. La
verdad que estaba para cualquiera de los dos. Creo que tuvimos un arranque con
muchos nervios pero a medida que pasaron los minutos nos acomodamos y tuvimos
momentos de muy buen fútbol. El gol de Jonsi (Mesz) sobre la hora del primer
tiempo nos dejó la sensación de que se podía. Lo ganamos con una pelota parada,
que durante todo el año pasado la sufrimos en contra y esta vez nos dio una
alegría inmensa.
¿Qué me podes decir de este grupo, que más que grupo son amigos?
No te puedo decir que todos son
amigos de todos, pero sí que nos respetamos y tiramos todos juntos para el
mismo lado. La verdad es que nos divertimos mucho.
¿Objetivos para el segundo semestre?
Revalidar todo lo que venimos
haciendo. El año pasado nos tocó descender y ascender. El hecho de salir
campeones nos obliga a ser creciendo para que Hebraica se mantenga entre los
mejores. Tenemos el plantel y el hambre para seguir peleando.
¿Te gustaría agregar algo más?
Haber podido dar la vuelta con mi
hijo fue una de las cosas más lindas que me tocó vivir en el fútbol. Ojalá que
se repita muchas veces más.
Por Jonathan Steingard.
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