Le Taladró el piso

FIGURA. El Zurdo Dorfman anotó 2 goles y fue de lo mejor.

Hebraica consiguió su primera victoria en el año del futsal y fue sobre Banfield por 4 a 3. El Taladro estuvo arrriba 3 a 2, pero con amor propio y un Dorfman intratable, salió a flote.

Luego de haber caído en la tercera fecha por 7 a 5 con Pinocho y dando muestras sólidas de que el equipo de Hebraica puede ganarle a cualquiera, se presentaba el conjunto dirigido por Nicolás Noriega frente a Banfield en condición de visitante, con la ilusión de cortar la racha negativa de tres derrotadas al hilo y empezar a sumar puntos. Y así fue…

Los de Pilar comenzaron en ventaja con un gol de Uriel Dorfman, de gran actuación en el partido, pero la igualdad no tardó en llegar y con ese resultado terminó la primera mitad. Sin brillo, sin juego y con mucha fricción por parte de ambos lados se fueron los 20 minutos iniciales.

En el complemento no hubo más brillo ni toque asociado, pero hubo emoción por doquier. Las hinchadas comenzaron a cantar y los jugadores devolvieron la gentileza con goles: Pablo Pastor quedó mano a mano con el 1 de Banfield y con una gambeta a puro futsal dejó en ridiculo al arquero y definió con el arco a su merced tras una previa pisadita con la suela. Genialidad total.

Banfield siguió buscando y encontró el 2 a 2, pero no solo eso, a poco del final consiguió lo que quería: ponerse en ventaja, 3 a 2 por encima de Hebraica y quedaban 5 minutos para el cierre del partido. Pero ahí apareció el amor propio, la vergüenza de no querer perder y la dignidad de jugadores que juegan por la camiseta y nada más. El Zurdo Dorfman a pura guapeada empató el partido, luego de un remate al arco tomó el rebote de cabeza e infló la red. Con el delirio de la gente en la tribuna llegó el momento climax de la noche. El 6 del club de Pilar, Pastor, sentenció la historia al marcar el 4 a 3 que sería definitivo.

Hebraica demostró hombría y personalidad en un encuentro donde algunos de sus jugadores no mostraron lo que suelen hacer. Sacó pecho por el equipo Dorfman y con él como bandera los de Noriega se llevan tres punto valiosísimos para casa y consiguen de esta manera el primer triunfo del año.