El basquet de Hebraica no está atravesando su mejor momento, perdió muchos partidos y el fantasma del descenso se hizo presente. Mariano Silberberg pega la vuelta para dar una mano en este duro momento.
Hoy en día no es todo color de rosa por los pasillos de la sede de Hebraica en Pasteur y Sarmiento. Los entrenamientos siguen pero los resultados ya no son los mismos. El equipo de la Primera de basquet no atraviesa un buen momento y las derrotas en la temporada se siguen sumando, una detrás de otra.
¿Cómo hacer para salir de esta etapa tan dura y complicada? La receta y la fórmula no la tiene nadie, pero Mariano Silberberg, un jugador histórico de la casa, decidió volver a jugar al basquet en Hebraica luego de varios años alejado de las canchas y darle una mano a este grupo, que además son sus amigos.
Mariano se desempeñó desde el 2002 al 2004 en Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, convirtiéndose así en uno de los pocos jugadores de la colectividad judía en disputar partidos de Liga Nacional. Jugó toda su vida en el club que tiene sede en Pilar, fue abanderado en Macabeadas y también Hebraica de Oro.
Hoy por hoy Silberberg estaba tranquilo dirigiendo en las divisiones menores del club pero el incendio se hizo presente en la Primera , el fuego creció cada vez mas y Mariano se asoma como un bombero para apagar las llamas que van tomando mas y mas altura.
Su llegada motiva a jugadores, cuerpo técnico y compañeros que se ilusionan con dar vuelta este mal momento y olvidarse de una vez por todas del fantasma del descenso.
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