miércoles, 30 de noviembre de 2011

Sigue siendo de Primera


Hebraica ganó su encuentro frente a Las Heras por la permanencia en la máxima categoría del básquet remontando un resultado desfavorable. Con actitud, personalidad y mucha garra demostró que no existe lo imposible.

¿Cuánto dura el instante a la gloria? Si la garra, el corazón, el tesón y la enjundia no se compran en ningún supermercado, Hebraica puede dar fe.
Faltan 55 segundos, una eternidad en un deporte que late al ritmo de cada pique. Y un triple marca el quiebre del partido. Pablo Noguera se viste de héroe y, luego de un partido con altibajos, le abre paso a la ilusión. Defiende, Hebraica defiende, banca el final y estalla, hay llantos, gritos, festejos. Somos muchos, pero menos que ellos. Qué va... Hebraica es de Primera y de Primera no se va.
Fue un partido para el infarto en el club Las Heras, digno de un matar o morir (deportivo), porque el que perdía se iba al descenso. De básquet, poquito. De corazón, demasiado. Tanto, que Hebraica levantó un tanteador muy desfavorable, de 12 puntos abajo en el tercer cuarto.
Y la historia mandó. Matías Fudím dejó hasta sus costillas en la cancha, Mariano Travnik guió al equipo como nunca, Leandro Chacón se fajó en la zona pintada, Gonzalo Ferrugia aportó su calidad en los libres, Ricky Apter bajó los rebotes necesarios, Leandro Narbón ayudó en defensa y Mariano Silberberg, el ex Liga Nacional que a mitad de año decidió "volver al club para darle una mano a mis amigos" se convirtió en jugador franquicia. Y todos, los de adentro y los de afuera, los que jugaron, los que rotaron y los lesionados, aportaron su granito de arena para defender la categoría como correspondía.
Hebraica ganó y la fiesta siguió. Una hinchada que estuvo a la altura de las circunstancias y un equipo que demostró su coraje en los momentos más calientes. ¡Hebraica es de Primera y de Primera no se va!

Por Ariel Kertzman.

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