lunes, 24 de noviembre de 2014

¿Delantero o lateral?

Alan Inwentarz, jugador y sub-capitán del Lamroth campeón, cuenta cómo fue el proceso que llevó a los de Benavidez nuevamente a la máxima categoría del fútbol de FACCMA y comparte las expectativas para el año siguiente.

En el año 2000 Alan Inwentarz (izquierda en la foto) volvió a la Argentina tras vivir en Israel cinco años. Allí jugaba de lateral por izquierda en el Hapoel Hashkelon, equipo de la ciudad en la que vivía. “Yo tenía que faltar un entrenamiento y llamé al entrenador para avisarle, pero no me atendió y dije algo así como ‘que hijo de puta’, pero no para putearlo, sino como descargo, con tanta mala suerte de que quedó grabado en el contestador automático”. Como castigo, Alan no recibió la nueva camiseta del club y se puso a llorar. “Así terminó mi carrera profesional; parecía que iba a ser el tres de la selección israelí, pero no pudo ser”, cuenta entre risas.


Al llegar a la Argentina e integrarse a la comunidad Lamroth Hakol por una familia amiga, su entonces entrenador, Demián Novizky, lo apodó “Tanque” por su contextura física y lo rebautizó como delantero. “Había jugado algunos partidos de 3 pero Demi, al dar la formación para un partido, dijo: ‘El nueve es Alan y a partir de ahora es mi tanque de goles’”. Y así fue. Junto a Alan Novizky, actualmente en Macabi, se repartieron los festejos en la 6º División. Pero en el 2014 Daniel Sosa, actual DT de la Primera de Lamroth, decidió que Alan jugase de lateral izquierdo, nuevamente, y acertó: mucha salida por izquierda, centros y un golazo contra Kadima.


¿Cuál es la sensación tras haber salido campeones?
Alegría. Una alegría muy grande ya que hace más de diez años que estoy en el club y es la primera vez que salíamos campeones. Tuvimos algunos ascensos, pero este es especial porque terminamos primeros.

¿Cómo fue el proceso? ¿Cuándo te diste cuenta que podían ganar el torneo?
Desde principio de año que confié en el equipo. Llegaron muchos chicos nuevos con muy buen nivel, lo cual nos motivó a los que ya estábamos de antes. Y ni hablar del trabajo de los entrenadores (Primera y Sub-23). Daniel sosa, el DT de la Primera, confió en nosotros para jugar bien al fútbol, tomando riesgos, enseñándonos cosas que nos faltaron en los últimos años.

¿Cómo fue jugar este año en una posición “nueva” para vos?
Pasar a jugar de lateral después de haber sido delantero muchos años no fue fácil. Me costó ubicarme tácticamente la primera mitad del año, pero el DT me bancó siempre y fui corrigiendo y ajustando detalles. Mis ganas y buena voluntad para acomodarme también fueron importantes, ya que desde el primer momento que pasé de 3 supe que podía rendirle mucho más al equipo y sacar más diferencia individualmente.

¿Cuál fue el partido más importante?
Vivimos el torneo partido a partido. Es difícil quedarse con uno solo, más cuando el campeonato se definió en la última fecha. Cada punto que sacamos fue importante para poder llegar al final con chances. Pero para responder la pregunta me quedo con el partido contra Macabi, el cual ganamos 1 a 0 un lunes feriado, habiendo jugado el domingo anterior. Y también lo elijo porque el gol fue mío.

¿Qué tuvo este equipo a diferencia de años anteriores?
Un estilo de juego, un sello propio, que todos apoyamos desde el primer entrenamiento. Y muchas ganas de crecer en lo futbolístico para poder ascender y llegar a la “A” con una buena base.

¿Cuál fue el gol más lindo que recordás de los que convirtieron?
Hubo muchos. Nuestra manera de jugar nos llevó a hacer lindos goles y, además, nuestros delanteros estuvieron finos ya que convirtieron en casi todos los partidos.

¿Cuáles son las expectativas y deseos para el 2015?
Mantener la base de este gran equipo y hacer un buen papel en la máxima categoría. Queremos afianzarnos y seguir disfrutando de jugar en FACCMA, en Lamroth, el club que desde muy chico me hizo vivir tantos buenos momentos junto a mis amigos… ¡Y espero que nos de muchos más!

Alan no tuvo su camiseta en el Hapoel Hashkelon y las lágrimas de un niño de apenas 10 años terminaron con su paso por el fútbol israelí. El domingo pasado, otra vez a causa del fútbol, las lágrimas se hicieron presentes; pero esta vez fueron de emoción por haber conseguido un gran objetivo: ser campeón con Lamroth Hakol.

Por Roger Dimant.

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