Un partido de película, un
encuentro de alto nivel y una noche que quedará para el recuerdo del futsal.
Hebraica le ganó a Boca Juniors por 4 a 3 a falta de 18 segundos para el final
con un gol de arco a arco de Diego Chewi. Delirio, fiesta y alegría en Pilar.
Un cotejo que en la previa pintaba difícil por donde se lo mire.
Hebraica recibía a un Boca entonadísimo que llegaba como líder de la Primera de
futsal con 9 triunfos y un empate, contando con un plantel que cobra $1.200.000
al año. Por su parte, el conjunto local intentaría la hazaña, bastante difícil a
priori.
El equipo conducido por Nicolás Noriega se plantó de entrada apretando
arriba y siguiendo las marcas hombre a hombre. Pablo Pastor casi mete el 1 a 0,
pero el palo le dijo que no. El Xeneize buscó y encontró la ventaja con una
media vuelta de su delantero.
Sin embargo, SHA intentaba y continuaba buscando el gol. Gabriel
Edelstein sacó un bombazo que desvió el arquero con la cara y se estrelló el
travesaño. La ventaja para la visita se mantuvo hasta el final de los primeros
20. A pesar de la buena producción Hebraica se iba al descanso en desventaja.
En el complemento la diferencia se estiró para Boca. A los 7 minutos
marcó el 2 a 0 y todo parecía cuesta arriba para el local. Pero los pibes nunca
se dieron por vencidos y Miguel Guglielmo convirtió el descuento luego de un
pase de Jonathan Ganon. El partido estaba más abierto que nunca.
El Xeneize tuvo la chance de aumentar, pero el palo fue el protagonista
de la jugada. Más tarde Matías Edelstein robó el balón, encaró al arco y para
alegría de todos definió bien para el 2 a 2, que no duró mucho porque Boca
volvió a marcar y otra vez se puso por delante en el marcador. Minutos después
Pablo Pastor recuperó arriba, envió el centro atrás y el Aistro se hizo
nuevamente presente para gritar el 3 a 3.
El equipo visitante fue con todo por el triunfo, puso arquero-jugador,
arriesgando bastante, y contó con opciones para convertir pero Federico
Arruguete, que reemplazó a Guido Mosenson por expulsión, se hizo grande bajo
los tres palos, tuvo intervenciones destacadas y mantuvo su valla hasta el
final.
Cuando todo parecía que moría en empate y el punto se valoraba mucho
en el gimnasio de Pilar, Diego Chewi capturó un rebote cerca de su arco, con
todo Boca jugado en ataque y sin arquero fijo. El defensor no dudó, remató
desde una larga distancia y la redonda, bien despacito, entró a la red para
desatar la fiesta en la cancha de Hebraica. Toda la gente ingresó al campo de
juego. Abrazos, gritos, festejos. Fiesta total.
No hubo tiempo para más. El conjunto de la colectividad se quedó con una
histórica victoria por 4 a 3 sobre Boca Juniors que solo había perdido dos
partidos en el año y en ambos había jugado con pibes. El equipo de Nicolás
Noriega escribió un capítulo más en esta historia del futsal de Hebraica. Con
este triunfo SHA quedó en el 9º puesto con 18 unidades y Boca perdió el
liderazgo de la Primera A.
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