Gabriel Edelstein, DT de los
pequeños de Bami en el 15º Encuentro de Escuelas Deportivas, resaltó la
importancia de que los chicos jueguen más allá del resultado. En un fin de semana
a puro deporte contó que es un orgullo representar a su club y destacó la
organización de FACCMA y Hacoaj.
Uno de los máximos exponentes del deporte comunitario es Gabriel
Edelstein, que hace tan solo unas semanas estuvo representando a la Selección
Argentina de futsal en el Grand Prix, torneo que se llevó a cabo en Brasil. Sin
embargo, el Pájaro no se olvida de sus raíces y el fin de semana estuvo como
entrenador de los chiquitos de Bami en el 15º Encuentro de Escuelas Deportivas.
Tras el evento dialogó con Stampa y contó sus sensaciones
“Viví un fin de semana a puro fútbol y representando a Bami. Esta vez
desde el lado de afuera, pero siempre es un orgullo que la institución que me
vio crecer participe de estos encuentros donde lo más importante es jugar por
el solo hecho de jugar y divertirse”, manifestó Gabriel con alegría en su
rostro por lo vivido en Hacoaj el fin de semana.
A su vez, Edelstein expresó: “Lo primero que se busca es que los
chicos disfruten de jugar al fútbol y no que lo hagan por obligación sin
disfrutarlo. Lo que dejamos de lado en esta edad son los resultados, ya que los
principales objetivos que promovemos son la inclusión de valores tales como el
respeto, el compañerismo y la solidaridad, que no solo le van a servir dentro
de la cancha sino también fuera de la misma. Y que el aprendizaje de los
conceptos básicos del fútbol sea siempre desde el lado de los juegos lúdicos y
el disfrute”.
El Pájaro destacó a FACCMA y a Hacoaj porque todo salió como estaba planeado: “La
verdad que todos los que estuvieron en la organización hicieron lo posible para
que el tema de la lluvia no opacara el fin de semana de fútbol. El viernes no
se logró jugar el bloque nocturno por un tema lógico de lugares cubiertos pero
los chicos ni lo notaron ya que hubo inflables en los gimnasios. Pensaron en
todos los planes posibles si es que la lluvia seguía. Por suerte apareció el
sol y de a poco se pudo jugar en las canchas de fútbol de campo. Pero hay que
destacar y agradecer a la organización ya que estuvieron impecables. Como
siempre pensando en todo y no dejando nada al azar. Así que solo queda decir gracias”.
Por Jonathan Steingard.
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