Un jugador de Cissab, a través de un mail, les comentó a todos como vivió y sintió desde afuera de la cancha el gol de Julián De Luis. Ese tanto que fue el 4-3 que de alguna manera sentenció el campeonato de forma definitiva dejando como único aspirante al título al team Naranja.
Minuto 92. El partido esta áspero y Juan Aguirre, sobre la línea, grita desesperado. Alan Bender aguanta una pelota, la protege con el cuerpo hasta que no da más y entonces la aguanta con el alma. Chaia esta fresco, pasa por derecha, como más le gusta. La pelota le cae un metro delante de su pie, la acomoda una vez y saca un centro con rosca, preciso como si fuese un tiro de golpe de billar. La pelota supera al marcador central, el arquero no sale y aparece calladito, sin despertar sospechas, sin avisarle a nadie. Solo. Julian De Luis. Y hace como si nada. Como si el partido no fuera contra el segundo, como si no fuese el minuto 92. Y se desploma. Se revuelca con elegancia y en el final de la caída, cabecea a la victoria. Para que los de afuera deliren como adolescentes. Como de niños. Como de pendejo en Mataderos…
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