martes, 3 de enero de 2012

“Le prometí todo a Tommy Lekerman si hacía el gol”


La Selección 93-94 se consagró con la de Oro y Alan Szapiro cuenta que cuando ingresó Tomás Lekerman a la cancha en la final con Brasil le prometió de todo si metía el tanto del triunfo y el pibe cumplió: A falta de 5 minutos Toto clavó el 2 a 1 y a festejar. ¿Szapi cumplirá con su promesa? “Voy a tratar, se lo merece”,  dijo el punta.

¿Creíste antes de empezar las Macabeadas que podían conseguir la medalla de oro?
El objetivo antes de ir a San Pablo siempre fue salir campeones, otra no quedaba, nosotros entrenamos un año entero para estos pocos días de competencia, dejar de lado nuestras familias y amigos en fin de año, transformar en familia a los 22 amigos que tengo dentro del plantel sumado al cuerpo técnico que fue espectacular y a los dos doctores, el Pela y el Ruso, que nos ayudaron una banda. En la cabeza de todos no quedaba otra opción que el Oro.
¿Se dió todo como esperabas o el equipo debió superar ciertos obstáculos, problemas, rivales, para poder llegar a lo más alto?
En la primera ronda la verdad que salvo el partido con México que se nos complicó más de lo debido, salió todo bien. Ese lo ganamos con un gol de Mante (Baredes) faltando nada para que termine, fue un encuentro donde ellos se cerraron mucho, muy sucio y podían hacer faltas durísimas sin ni siquiera que les saquen una amarilla y cada roce nuestro era foul para ellos. Después de ese partido los demás lo llevamos bárbaro, siempre dejando todo.
¿Pensaste que la final la podían ganar a falta de 5 minutos? ¿Parecía una película no?
La final siempre es un partido especial, como nos dijo Uri antes de jugar, las finales son partidos aparte y más con Brasil, no se juegan, se ganan. Pero nosotros tratamos de superarlos poniendo la pelota en el piso y haciendo lo que siempre tratamos de hacer. Se nos complicó mucho por el arbitraje y la expulsión de Dieguito (Nicolaievsky), sumado al gol en contra con el que nos empataron, todo en dos minutos. Cuando Uri nos saca a mi y a Jude para aguantar el partido con diez, Jude nos dice a los que estábamos en el banco que solo podíamos ganar con un milagro, y cuando Toto (Tomás Lekerman) entró le prometimos cosas impensables si hacia un gol. Gracias a dios Toto entró y clavó un golazo de tiro libre que no me voy a olvidar en mi vida.
¿Y qué fue lo que le prometiste en ese momento?
Jaja, esas son cosas que quedan dentro del plantel, pero fijate como lo motivamos a Toto con Jude, que entró más metido que nunca para hacer el gol mas importante de su vida e ir a gritarlo con Diego Nicola que estaba llorando desconsolado porque lo habían expulsado injustamente. Ese fue un momento que no se me va a borrar nunca de la cabeza.
¿Por lo menos la vas a cumplir la promesa a Lekerman?
Y seguro que el va a querer que se la cumpla, y creo que se lo merece, jaja, así que voy a tratar.
¿Qué rescatas de este equipo? ¿Cuáles fueron las claves y que valor le das a lo grupal?
Como te dije antes en este equipo somos absolutamente todos amigos, nos llevamos muy bien. Arreglábamos para juntarnos cada dos semanas, salir boludear, que ninguno se quede afuera, por eso en San Pablo fuimos una familia como dijo Uri, nuestro DT. Los jugadores, los técnicos y los doctores cenábamos todos juntos. La unión y bancarse todos fue lo más importante.
¿A quién se lo querés dedicar?
A mi familia entera,  a toda la familia que tuve en San Pablo que también lo fue durante todo el año entrenando juntos para las Macabeadas. Y también a los familiares de todos los que fueron parte de este Panamericano inolvidable.

Por Jonathan Steingard.

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