miércoles, 28 de diciembre de 2011

Sufrir para ganar

En la categoría 97-98, Argentina le ganó en el clásico a Brasil por la mínima diferencia y logró mantener el arco en cero. Varios cambios con respecto del primer partido pero la misma solidez y actitud. Los de Leonardi lograron así su segundo triunfo al hilo.

El partido esperado por todos los jugadores del equipo que disputan en su totalidad su primer Juego Macabeo Panamericano: el clásico con Brasil, el rival de siempre y las ganas de conseguir los tres puntos sobraban. 
A la cancha salieron Habibo, Schmilovich, Szuchet, Wapniarsky, Chirom, Levy, Cohen, Finkelstein, Joffe, Chemaya y Licht. Siete cambios con respecto al primer encuentro con Perú con la idea de darle minutos a todos y de que puedan mostrarse en el terreno de juego.
Con un complicado y polémico arbitraje, bastante tendencioso para Brasil, el partido seguía su curso con una Argentina que se hacía fuerte en el medio con la actuación del Colo Finkelstein, que anuló al diez rival. En el momento justo golpeó el conjunto de Leonardi: tiro libre ejecutado por Gian Levy y Kevin Wapniarsky, el capitán, cabeceó la redonda y la mandó junto al palo más lejano para abrir el marcador.
En el complemento el team albiceleste salió dormido y relajado por la diferencia, los cariocas tuvieron chances para descontar en varias oportunidades pero Matías Habibo tuvo una gran actuación haciendo vanos los intentos de los jugadores brasileros.
Argentina aguantó hasta el final y logró el tan ansiado objetivo de ganarle al clásico rival, imponiendose con personalidad ante la localía, el árbitro y el clima pesado. Así, el equipo consiguió dos de dos y espera por Venezuela con la moral por las nubes.

Por Jonathan Steingard.

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