“No me conformo con debutar”

Matías Tabak debutó en la Primera de Deportivo Armenio, equipo de la B Metro de AFA, el martes y aclaró que ahora va por más. El jugador que surgió de Cissab contó que “es una sensación hermosa, rara y única”. Su equipo cayó 3 a 0 con Morón.

Todo parece estar encaminado en estos momentos en la vida de Matías Tabak. Luego de 6 meses sin club, el volante ofensivo fichó en julio del 2013 para Deportivo Armenio, conjunto que milita en la Primera B Metropolitana del fútbol de AFA, y el martes realizó su debut oficial. El enganche que se desempeñó en Cissab en FACCMA y tuvo pasos por San Lorenzo y Arsenal de Sarandí dialogó en exclusiva para Stampa contando cómo se sintió luego de semejante acontecimiento en donde su equipo cayó 3 a 0 con Deportivo Morón por la 16º fecha del torneo.

¿Cómo fue el hecho de debutar en Primera?

Fue una sensación muy rara, ya había jugado en cancha llena cuando estaba en Reserva, pero ayer entré y me tocó pararme en la medialuna mirando a la tribuna visitante que estaba que explotaba. Cuando miré para el arco se veía todo lo de adentro de la cancha chiquito y el afuera enorme, fue muy raro. Después dentro de la cancha no te podías hablar con tus compañeros porque no se los escuchaba y te pones a pensar en cuando vas a la cancha a ver a tu equipo y decís no puede ser que no se escuche, pero es así. Fue una sensación hermosa, rara y única.

¿Te imaginabas que podías entrar? Más allá de que no es lo mejor debutar en un 3 a 0 a abajo...

Uno siempre espera el poder entrar. Ya llevaba varios partidos yendo al banco y no me había tocado, igualmente siempre se está preparado y esperando que lo llamen. Lo de entrar con un 3-0 abajo no me vino mal ya que sabiendo que es muy difícil una remontada entras un poco más tranquilo y me ayuda para de a poco ir conociendo la categoría y ganar minutos en cancha.

¿Y cómo te sentiste dentro de la cancha?

Muy cómodo. Me imaginaba que iba a tener menos tiempo para pensar, menos tiempo con la pelota ya que con el 3-0 se habían cerrado atrás pero fue todo lo contrario, había espacios y por suerte agarré varias pelotas y tuve tiempo para poder distribuir bien porque en mi posición el tener tiempo es fundamental.

¿Qué pensaste cuando te llamaron y en el momento justo que entraste a la cancha? ¿Qué se te cruzó por la cabeza?

Uff, que pregunta difícil. La verdad que mucho no pensé, eran más sensaciones que otra cosa, entre alegría, nervios y la concentración de querer hacer las cosas bien no pensás mucho, pero cuando llegué al banco para hablar con los técnicos me dijeron que me siguiera moviendo a un lado y ahí si empecé a pensar. Ahora no me pone y llama a otro o me tiene media hora acá. En esos 3 minutos que me estuve moviendo solo si se me cruzaron mil cosas, del resultado, del juego, del hacer las cosas bien, de los nervios, de todo.

¿La familia? Que rol tiene en todo esto...

El más importante. Son los que pelearon y pelean conmigo todos los días, los que cuando estás caído porque no jugas, porque te dejaron libre, porque no tenés club, te dan esa palabra de aliento que necesitas o ese empujón que te dan ganas de seguir. Siempre estuvieron conmigo en todos los clubes y me vinieron a ver a todos lados, especialmente mi papá. Solo palabras de agradecimiento para ellos así como también para mis amigos y novia que también siempre me apoyaron y los técnicos y compañeros que entre todos los que nombré antes son los que me ayudaron a formarme como jugador y persona.

¿Te gustaría agregar algo más?

Simplemente que si uno lucha por lo que quiere lo consigue y que nunca hay que caerse. El fútbol me dio muchos golpes lamentablemente, así como también alegrías, pero con el apoyo de mi familia y una meta clara pude salir adelante y poder llegar a lo que siempre que quise. Y no me voy a conformar con solo haber debutado. Por último agradecerles a ustedes por la información que brindan siempre y por la entrevista.

Por Jonathan Steingard.

Foto de Tabak con la de Cissab: