miércoles, 16 de marzo de 2011

“Israel me dio una gran oportunidad”

FELIZ. Así se siente Adriana en los estadios de softball.

Una historia de vida es la de Adriana Luchansky, entrenadora de la Selección de softball de Israel, que se fue de Argentina hace varios años a hacer Aliá y terminó encontrándose con una vida estable y permanente en el país israelí. Está contenta allá y no piensa en volver. Esta experiencia le cambio la mentalidad y ahora cree que “todo puede ser posible”. No te pierdas esta llamativa entrevista.

Muchas personas pasan la vida buscando un rumbo, un destino, un camino. ¿Pero que pasa cuando el camino te encuentra a vos? Eso fue lo que le pasó a Adriana Luchansky, que se fue a Israel a hacer Aliá y terminó encontrándose con una nueva vida. Le dieron la oportunidad de jugar al softball, luego de ser entrenadora y ahora hasta organiza torneos para la Federación Israelí de Softball. Una historia de vida para admirar.
¿Porque tomaste la decisión de irte practicar softball a Israel?
Yo no vine a Israel a jugar. Hice Aliá y empecé a trabajar acá en softball femenino. Ya no juego mas, hace mucho que no practico. En realidad al principio, jugué un poco acá para darle un empujón al deporte en Israel pero ahora no juego más.
¿Y como fue que de ir a hacer Aliá a Israel terminaste trabajando en softball femenino?
Porque quería trabajar en deporte y se dieron las cosas de manera que pude desarrollarme en softball y también formar a las jugadoras. Empecé en colegios con actividades extra escolares y a jugar en un equipo femenino. Al poco tiempo el entrenador de ese equipo me pidió que yo me hiciera cargo y también me ofrecieron ser entrenadora de la Selección Israelí. Después de a poco se transformó en mi trabajo, así desarrolle una Liga Junior de chicas y ahora estoy en conjunto con otros entrenadores desarrollando un proyecto en escuelas en el área de Natanya y Hedera para empezar una liga inter moshavim o kibutzim.
¿Como fue que desarrollaste una liga vos?
Formando equipos y organizando competencias, dentro del marco de la Federación de Softball Israelí. Al principio hasta coacheaba (dirigía) a dos equipos al mismo tiempo.
¿Y fue difícil conseguir a la gente necesaria como para formar varios equipos y armar un buen torneo?
Si, muy difícil, ya que no es un deporte muy conocido en Israel. Empecé en lugares donde hay americanos que es su deporte nacional, pero así y todo se complica mucho porque no hay canchas, ni entrenadores y tuve que trabajar en todo al mismo tiempo. Formar jugadoras que ahora son coaches o ayudantes. Además el fin de semana acá es muy corto y muchas chicas cuidan el shabbat, ya que los americanos son en general religiosos, así que buscar los tiempos entre los colegios y shabbat complica un poco mas las cosas.
¿Y ahora de que estás trabajando en Israel? ¿Cuales son tus trabajos? ¿Te mantenés solo con el softball?
Si, trabajo para la Federación Israelí. Mi marido y yo trabajamos. Él tiene una empresa de construcción de yeso (es arquitecto) y entre los dos vamos progresando.
¿Se extraña jugar al softball en Hacoaj o estás bien en Israel?
Se extraña Hacoaj, ya que ahora no juego. Igual, estoy bien en Israel también, el softball no lo extraño porque lo tengo acá todos los días.
¿Pero la gente no se extraña?
Si y mucho. Pero se extraña más que nada todo mi entorno de Hacoaj, amigos y especialmente la familia, ya que mi hijo Martín vive allá. Pero te haces acá una vida nueva, diferente, adaptada a la forma israelí, que es bastante distinta a la de Argentina. Pero también se puede disfrutar y vivir muy bien, tenemos acá muchos amigos argentinos que eran de Hacoaj.
¿Pensás volver algún día a vivir en la Argentina?
No se... la verdad nunca pensé vivir en Israel y acá estoy, así que ahora aprendí que la vida te va llevando y todo puede ser posible
¿Cuáles son los objetivos que te planteas a futuro con el softball?
Como primer objetivo aumentar la cantidad de participantes para aumentar la calidad de juego y poder mejorar los torneos locales y cubrir todas las categorías. Al mismo tiempo mantener la motivación en las jugadoras e ir creciendo competitivamente en Europa, en los torneos, como también en las Macabeadas, con jugadoras iniciadas en el deporte acá en Israel. Por eso es tan importante el proyecto moshavim y kibutzim, para poder alimentar los seleccionados de jugadoras. Todo lleva tiempo y trabajo.
¿Te gustaría agregar algo más?
Si, que Israel me dio una gran oportunidad y que disfruto mucho de mi trabajo acá. Además, acá tuve la posibilidad de perfeccionarme en cursos en Europa de la Federación Internacional, con el apoyo de la Federación Israelí, eso en el aspecto personal. Y en cuanto a los equipos, competimos en Europa en el campeonato de la Federación Europea (participan 22 países en agosto en Italia) y las Juniors compitieron en Viena en el 2010 y en Baltimore las menores de 16. También ya se hicieron dos Macabeadas Femeninas en Israel y una en Argentina. Y estamos trabajando para poder llegar a Brasil, a la próxima Macabeada Panamericana en San Pablo.

Por Jonathan Steingard.

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